miércoles, 7 de mayo de 2014

Festa do Maio en Villafranca del Bierzo


Festa dos maios




Villafranca del Bierzo es mi pueblo, está situado en pleno camino de Santiago. De  gran atractivo turístico, es conocido como “la pequeña Compostela” atrayendo a los peregrinos que quieren conocer  “la puerta del perdón”. Se llega por la nacional VI o por la autovía Madrid- A Coruña.

Hoy no os quiero hablar de sus magníficos monumentos sino de una de sus fiestas populares más importante y declarada  de interés turístico provincial: La  Festa do Maio.

Seguramente sea una de las fiestas más antiguas que se celebra en España. La pena es que no sea más conocida. Este año el buen tiempo nos acompañó y pude disfrutarla desde el principio hasta el final.

Se celebra el día 1 de mayo y lo organiza la “Escola de Gaitas”.  La gente de algunos barrios se agrupa en: el campo la gallina, en el callejón de Subcubo o en el barrio de Las Vegas, para reunirse todos más tarde en la plaza del pueblo. Suelen ir revestidos, generalmente los  niños con ramas de cañaveira (planta herbácea que abunda en esta época del año). Los niños representan a árboles vivientes. Es el único ejemplar de fiestas de maios-mozos que se conserva en Europa.
Al llegar a Subcubo ya estaba un mayo vestido y unos padres esmerándose en terminar de revestir a sus hijos protagonistas de este día, sus caras eran de felicidad. Aguantaron sin rechistar las ramas y el calor que tenían bajo ese traje de “árbol humano”.






 




Los más madrugadores pudieron disfrutar de un buen chocolate con churros.



En una esquina del callejón, la “Escola de Gaitas de Villaranca  del Bierzo” entonaban sus instrumentos.

Algunos más habilidosos ayudaban a hacer las coronas que antiguamente solo llevaban las mozas o “maias”.





La mía y alguna más nos la hizo María Xosé la profesora de gallego.









Las maias acompañaban a los maios recogiendo en sus cestas los donativos de los vecinos.


Hoy en día algunos siguen tirando castañas,  dinero o chuches para los niños.


Una vecina del Campairo, Rocío, tiró caramelos, dinero y nos bajó leche frita, bizcocho y refrescos. Los vecinos del pueblo quedamos muy agradecidos por tanta generosidad y esfuerzo
Para mucha gente de Villafranca la parada de los maios delante de esta casa fue una de las más emotivas por el fallecimiento de Cristina, la hija de Rocío, el sonido de los tambores en días como este, en el que ella hubiese sido una más de los componentes de la “Escola de Gaitas”  hizo que se notara más su ausencia.


La procesión empieza sobre las doce del mediodía, hora en la que salen los maios de cada barrio para juntarse al final en la Plaza Mayor del pueblo. Durante los diferentes recorridos las maias, van recogiendo las ofrendas en sus cestos de mimbre. Con el dinero reunido se pagará la comida que este año tuvo lugar en el jardín de la Alameda, en años anteriores también se celebré en el colegio Divina Pastora.

Los maios recorren las calles del pueblo al son de las gaitas, tambores y canciones tradicionales en gallego.

(De los globos colgaban bolsas de chuches) 




“Marzo airoso, abril chuviñoso, sacan o mayo florido y hermoso”

“Entra maio con sus flores, sale abril con sus amores”

 Cuando se paran delate de alguna casa, cantan la estrofa que dice:

“tire castañas señora María, tire castañas que as tes na cociña”.

Si la petición es bien recibida y tiran algo, la estrofa puede ser:

“Esta casa é de cristal, onde vive un general.”

“Estas portas son de ferro, onde vive un cabaleiro.”

Sin embargo si no tiran nada la estrofa hablar de lo tacaña que fue esa persona:

“Esta casa é de lousa, onde vive una roñosa”

Los maios simbolizan el renacer de la naturaleza después del largo invierno. El tumbarlos en el suelo para luego levantarlos y la estrofa que acompaña este momento, nos da a entender que la naturaleza ya descansó bastante y es hora de que los árboles empiecen a florecer para luego dar sus frutos y que las semillas empiecen a crecer.












“Levantate maio bastante dormiche, pasa un burro e non o sentiche”.

































Esta parte se suele hacer en la plaza Mayor cuando se reúnen los maios de los distintos barrios.





















Este año el sol y el calor estuvieron presentes y la participación de la gente fue increíble.
De todas las “festas do maio· en las que estuve, nunca había visto a tantísimas personas. 









 
Fue muy agradable sentarse a la sombra en el jardín y comer esas riquísimas empanadas, tortillas o bocadillos de chorizo sin olvidar los pastelitos y los refrescos.





Hay que reconocer el esfuerzo que hace todo los años la “Escola de Gaitas” para organizar esta fiesta y no olvidar que gracias a ellos fiestas tradicionales como esta no desaparecen.

Esta entrada del blog va por ti Cris, tu recuerdo seguirá vivo a través del sonido de estos tambores.


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